Así se llamaba una obra que presento hace aproximadamente un año y medio un grupo teatral
venezolano, en donde actuó mi sobrino Eliu Ramos… a un metro de separación
es lo que vivimos muchos caraqueños todos los días…
En un mes he experimentado varios
cambios en mi vida, por ejemplo cambie de trabajo y en donde esta ubicado es más
fácil llegar en metro que en carro, así que todas las mañanas y todas las tardes,
experimento ese metro de separación…
Diariamente veo y escucho
diferentes historias, ya sea porque las cuentan al lado tuyo o porque te las
cuentan… siempre te consigues una chica con un problema amoroso, o un chico que
se cree “súper hombre” porque tiene más de una mujer, o una parejita dándose besos
o peleando, o uno que se cree político,
o a un galán de otoño… que ni es galán ni es un… bueno Uds. Saben… hay
tantos tipos de personas cada una con matices diferentes que da gusto ser un
observante en silencio
Hoy por ejemplo me tope con un galán
de otoño… que por cierto la mayoría de los que se me acercan oscilan entre 28 y
33 años… cosa que me hace acordar de Mimi Lazo, y no es que yo
le lleve mucho peeeeroooo… fin
Lo cierto del caso es existen
tantas historias, formas, olores y destinos que en minutos se unen y vivimos
todo lo mismo sin importarle al otro lo que va a hacer su compañero del al
lado, estamos tan cerca y tan lejos envueltos en una rutina que el egoísmo
muchas veces nos embarga y se nos olvida el prójimo… ceder el puesto, pedir
permiso o decir buenos días… cuando todos estamos viviendo exactamente lo
mismo.
Nos olvidamos de lo invisible y de ser humanos,
me preocupa que veo muchas gente como robot, se que es un poco difícil en una
ciudad tan demandante pero señores usuarios intentemos ser un poco más humano
con nuestro prójimo
Nos vemos en mi próximo ticket